Las proteínas séricas son elementos clave en nuestra sangre que tienen un rol fundamental en varias funciones del cuerpo. Están presentes en el suero, la parte líquida de nuestra sangre, y tienen un papel muy importante en nuestro organismo.

La más abundante es la albúmina, que es la encargada de mantener el equilibrio de los líquidos en el cuerpo y de transportar diferentes sustancias, como hormonas, vitaminas y medicamentos.

Y la otra proteína que se mide es la globulina, que contiene diferentes subtipos (alfa, beta y gamma). Algunas de estas son producidas por el hígado, y otras, por el sistema inmunitario. Tienen diferentes funciones, como ligarse con la hemoglobina, transportar metales en la sangre -como el hierro- o ayudar a combatir infecciones.

Los valores normales de estas proteínas son los siguientes:

–          Proteína total: 6.4–8.3 gramos por decilitro (g/dL) o 64–83 gramos por litro (g/L)

–          Albúmina: 3.5–5.0 g/dL o 35–50 g/L

–          Globulina alfa-1: 0.1–0.3 g/dL o 1–3 g/L

–          Globulina alfa-2: 0.6–1.0 g/dL o 6–10 g/L

–          Beta globulina: 0.7–1.1 g/dL o 7–11 g/L

 

¿Qué pasa si tengo los valores altos o bajos?

Los niveles altos de albúmina pueden ser causados por deshidratación grave. Mientras que los de globulina pueden ser causados por:

–          Enfermedades renales

–          Enfermedades hepáticas

–          Enfermedades autoinmunitarias, como lupus, hepatitis autoinmunitaria, artritis reumatoide o sarcoidosis

–          Tuberculosis

–          Algunas enfermedades de la sangre, como leucemia, macroglobulinemia, anemia hemolítica o linfoma de Hodgkin.

Si por el contrario el análisis de sangre da como resultado niveles bajos de albúmina, hay que buscar la causa en algunas de estas casuísticas:

–          Dieta deficiente

–          Enfermedades renales

–          Enfermedades hepáticas

–          Enfermedades autoinmunitarias

–          Patologías gastrointestinales como enfermedad de Chrohn o esprúe

–          Linforma de Hodgkin

–          Diabetes no controlada

–          Insuficiencia cardiaca

–          Hipertiroidismo

En cualquier caso, cualquier resultado de una prueba clínica de laboratorio debe ser siempre analizada por un especialista médico, que podría prescribir la realización de pruebas complementarias para llegar a un diagnóstico más objetivo o un tratamiento para la patología detectada.