2024 ha finalizado con una disminución sorprendente de los casos de infecciones respiratorias en España, lo que ha supuesto un alivio para nuestro sistema sanitario durante el período navideño. Sin embargo, no todos los datos son positivos, ya que las hospitalizaciones relacionadas con este tipo de virus van en aumento.

Sanidad prevé que el pico de la gripe y de infecciones agudas por virus respiratorios se alcance entre el 15 de enero y las primeras dos semanas de febrero. Y aunque algunas comunidades autónomas ya están por encima del umbral epidémico de infecciones respiratorias, por ahora no hay saturación en los servicios de urgencias.

A pesar de los esfuerzos en campañas de comunicación para que la población se vacune y poder evitar, de esta manera, los repuntes de casos, lo cierto es que, en los últimos años, el número de infecciones no ha hecho más que crecer:

Elaboración propia recopilada de diferentes fuentes (1)

 

¿Por qué cada vez hay más infecciones?

Aunque siempre hemos sido conscientes de la facilidad de transmisión de los virus respiratorios, desde la pandemia de la COVID-19, la sociedad tomó una conciencia responsable de la importancia de la higiene, el aislamiento en caso de infección y la adopción de medidas de seguridad para no contribuir a la distribución de los virus.

Y por lógica, habiendo aprendido a controlar una pandemia mundial, sería razonable llegar al a conclusión de que podríamos también controlar otro tipo de infecciones, como la gripe, por ejemplo. Sin embargo, los casos de infecciones aumentan y crecen cada año, y en los últimos años hay épocas en las que los centros sanitarios se tensionan, encontrando dificultades para poder atender a todas las personas afectadas que acuden en busca de ayuda médica.

Las razones hay que buscarlas en diferentes causas:

  • Tras la pandemia, las medidas sanitarias se han relajado. Al no mantener las medidas de higiene, uso de mascarillas y distanciamiento social, los virus respiratorios han recuperado su propagación habitual.
  • La llamada “déficit de inmunidad poblacional”. La disminución de la circulación de virus respiratorios durante la pandemia de COVID-19 ha llevado a una reducción en la exposición de la población a estos patógenos, lo que ha resultado en una menor inmunidad adquirida frente a ellos. Nature Reviews Microbiology.
  • Otra causa, según Centers for Disease Control and Prevention (CDC), es la efectividad variable de las vacunas: las vacunas contra la gripe deben actualizarse anualmente para coincidir con las cepas predominantes. Si hay una desalineación entre la vacuna y las cepas en circulación, la efectividad puede reducirse.
  • Según leemos en National Library of Medicine, se está observado comportamientos atípicos en virus como el VRS, que han cambiado su estacionalidad y están afectando a poblaciones fuera de los patrones habituales. Este fenómeno puede estar relacionado con la alteración de la dinámica epidemiológica durante la pandemia.
  • De acuerdo con el Ministerio de Sanidad de España, aunque hay más campañas de concienciación, algunos grupos de riesgo, como los adultos jóvenes, mujeres embarazadas o personas inmunodeprimidas, siguen teniendo bajas tasas de vacunación. Además, existe desinformación sobre la seguridad y efectividad de las vacunas que influye en la percepción pública.
  • Y, por último, no podemos dejar pasar por alto que el invierno es época para compartir espacios cerrados y poco ventilados para combatir las altas temperaturas. Un factor que influye en la transmisión de estos virus respiratorios. 

Consejos y recomendaciones sanitarias

Ante el riesgo de saturación clínica, las autoridades sanitarias españolas están haciendo un esfuerzo en comunicar, y recordar, medidas que todos deberíamos adoptar:

  • Todavía no es tarde para vacunarse: una acción recomendada para todos, pero sobre todo para grupos de riesgo (mayores de 65 años, mujeres embarazadas, niños pequeños o personas con enfermedades crónicas). Tanto la vacuna de la gripe como la de COVID-19.
  • Recuerda las medidas adoptadas durante la pandemia, que son perfectamente válidas para esta nueva oleada: higiene frecuente de manos con agua y jabón o gel hidroalcohólico (sobre todo después de visitar lugares públicos), y utilización de mascarillas en espacios cerrados y concurridos, especialmente si ya están afectado por alguna infección.
  • Si vas a estar en sitios cerrados, busca siempre vías de ventilación. O si depende de ti, marca una rutina de ventilación constante para facilitar el flujo de aire limpio.
  • Mantén distancia con personas enfermas. Y si lo estás tú, guarda la distancia de seguridad. Si te encuentras mal y tienes que trabajar, es mejor -si puedes hacerlo- quedarte en casa.

Independientemente de todas estas medidas, y para contribuir a evitar la saturación de urgencias, acude en búsqueda de atención médica si sientes:

  • dificultad para respirar o sensación de falta de aire,
  • dolor persistente o presión en el pecho,
  • confusión, somnolencia o incapacidad para despertarse,
  • fiebre muy alta que no baja con antitérmicos o que dura más de tres días.

Y, si puedes, utiliza las líneas de atención médica telefónica o videoconsulta para buscar orientación antes de ir a urgencias, si es posible.

Esperamos que la previsión del pico de infecciones se quede solo en una previsión. Pero ante el riesgo, protégete y protege a los tuyos.

  • El gráfico de evolución de los virus respiratorios presentado está basado en tendencias generales e información recopilada de fuentes científicas y reportes epidemiológicos.
  1. Instituto de Salud Carlos III (ISCIII):
    • Reportes de vigilancia epidemiológica de gripe, COVID-19 y otros virus respiratorios.
    • Informes de situación sobre circulación de virus respiratorios.
    • Web oficial del ISCIII
  2. Sistema de Vigilancia de la Gripe en España (SVGE):
  3. Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social:
  4. Organización Mundial de la Salud (OMS):
  5. Publicaciones científicas:
    • Estudios recientes sobre la evolución de virus respiratorios, como la gripe, el VRS y el COVID-19, disponibles en bases de datos como PubMed y Scielo.