Cada vez que tenemos que planificar una visita al médico, automáticamente lo asociamos con la realización de un análisis de sangre.
Y no es de extrañar: nuestra sangre cuenta una historia completa de lo que está sucediendo en nuestro cuerpo. Con solo un pinchazo, los médicos son capaces de determinar muchos datos esenciales sobre tu salud.
Aunque para nosotros, como pacientes, todos los pinchazos pueden parecer iguales, existen muchos tipos diferentes de análisis de sangre que, en los laboratorios clínicos, como CQS, podemos realizar.
Hay análisis de sangre muy sencillos, como los que se realizan para medir nuestro volumen de azúcar en sangre o nuestro colesterol, “bueno” o “malo”. Pero hay otros mucho más complejos que sirven para determinar otro tipo de enfermedades o afecciones físicas.
Por ejemplo, el hemograma completo, una prueba para analizar todo lo que compone nuestra sangre: los glóbulos rojos, blancos, plaquetas, velocidad de sedimentación, etc.
Los glóbulos rojos, por ejemplo, se encargan de llevar oxígeno por todo el cuerpo. Los glóbulos blancos son los defensores que combaten los ataques externos (infecciones), y las plaquetas ayudan a detener el sangrado cuando te haces una herida. Un hemograma completo puede decirte si presentas anemia, si hay alguna infección en tu cuerpo o si algo más serio está ocurriendo.
Lo interesante es que los análisis de sangre no solo sirven para detectar problemas. También son útiles para quienes ya están en tratamiento. Si, por ejemplo, estás tomando medicación para la tiroides, es probable que necesites controles regulares para asegurarte de que todo está en orden. Lo mismo ocurre con otros tratamientos, como los anticoagulantes, donde es vital que los niveles sean los adecuados.
Y no podemos olvidar los análisis que buscan marcadores específicos de enfermedades, como ciertos tipos de cáncer. Aunque estos análisis no siempre son definitivos por sí solos, son una herramienta importante en el diagnóstico y seguimiento de enfermedades más graves.
Otro uso importante de los análisis de sangre es para detectar infecciones. Desde pruebas simples que buscan anticuerpos, hasta análisis más complejos que pueden detectar la presencia de virus como el VIH.
Un análisis de sangre es mucho más que un simple test: es una manera de saber cómo está nuestro cuerpo de una manera rápida y sencilla. Y aunque a veces la extracción puede no ser tan agradable como nos gustaría, recuerda que puede ser el primer paso para mejorar tu salud.