Cada vez que una mujer decide ser madre, en algún momento pasa por la mente de los progenitores la posibilidad de si se enfrentarán a dificultades para concebir un hijo. Especialmente si la fecundación se resiste y retrasa: es entonces cuando pueden saltar todas las alarmas.
La primera recomendación es siempre acudir a un especialista y exponer el caso particular. Lo más probable es que el médico solicite un análisis de sangre. ¿Quieres saber cómo sus resultados pueden ayudar al facultativo a determinar si existen problemas para concebir?
La respuesta está en el análisis hormonal. En la fertilidad, hay varias hormonas que juegan un papel crítico en el ciclo reproductivo de una mujer.
✔ La primera es la hormona foliculoestimulante o FSH: es fundamental para la maduración de los folículos ováricos y, por lo tanto, para la ovulación.
Niveles anormalmente altos o bajos de FSH pueden indicar que los ovarios no están funcionando adecuadamente, y el embarazo puede ser difícil.
✔ La hormona luteinizante o LH es la responsable de iniciar la ovulación en cada ciclo.
Desempeña un papel en la liberación del óvulo y permite que ocurra la fertilización. Si hay un desequilibrio en los valores de esta hormona, podría ser causa de problemas de fertilización.
✔ También se comprueba a través de análisis de sangre la prolactina, que si tiene niveles altos, directamente inhibe la ovulación.
✔ Y no podemos olvidarnos de los niveles de estrógeno y progesterona presentes en nuestro cuerpo.
El estrógeno es responsable del crecimiento del endometrio en el útero, donde un embrión debe implantarse. La progesterona tiene otras funciones que permiten mantener un embarazo, asegurando que el mismo no se pierda prematuramente.
Además de las hormonas, los análisis de sangre también pueden dictaminar otros problemas de salud que dificulten la fertilidad, como los de tiroides, por ejemplo. Los desequilibrios tiroideos también pueden afectar al metabolismo y provocar problemas de ovulación y, por lo tanto, de fertilidad en general.
Es importante recordar que el análisis de sangre por sí solo no es un diagnóstico de fertilidad. Lo más probable es que el médico solicite otro tipo de pruebas complementarias, como una citología o una ecografía.